Mi Experiencia Erasmus en Irlanda

Durante el último año de carrera, tuve la oportunidad de poderme irme de Erasmus por lo que en este artículo me gustaría compartir como fue mi experiencia, tanto estudiando en el extranjero como el proceso previo de la elección de destino. Todo esto contado desde mi experiencia y con el sistema y etapas que tenía mi universidad para estos procesos. 


Primera fase: Sesión Informativa y Exámenes de Idiomas

La primera parte de este proceso empezó cuando ya empecé a considerar irme de Erasmus. Como la movilidad en la que estaría implicada correspondía al curso académico 2019-2020, ya por principios de noviembre de 2018 empezó todo este proceso el cual empezó con una sesión informativa ofrecida por la universidad sobre la movilidad, tanto Erasmus como destinos bilaterales. En ella nos explicaron todo el proceso que deberíamos realizar, la documentación que nos exigirían y las fechas de clave para las solicitudes pertinentes. 

El siguiente paso en el proceso consistió en la realización de exámenes de idiomas. En mi caso, mi universidad exigía tener mínimo el nivel B2 de Inglés para poder irte de Erasmus, pero luego, cada universidad de destino, te podía pedir otra calificación diferente. Por ello, aún ya teniendo un certificado, había que realizar un examen para que la universidad pudiese conocer tu nivel exacto. Durante mis estudios también curse clases de alemán como segundo idioma de la carrera, por lo que este segundo idioma debía de ser examinado por si decidiésemos optar a una plaza en alguna universidad donde lo requiriesen. Ambos exámenes consistieron en una parte escrito la cual tuvo lugar a finales de este mismo mes de noviembre y un examen oral realizado a mediados de diciembre. 


Segunda fase: Solicitud de Destino

La segunda fase de esta experiencia consistía en seleccionar que destino queríamos seleccionar. En mi caso pude hacer un listado de preferencia de los destinos que más me gustaban y después, los coordinadores, teniendo en cuanta nuestras preferencias y resultados académicos nos proporcionaban nuestro destino Erasmus. Toda esta fase, tuvo lugar durante el segundo semestre del tercer curso académico del grado; es decir, los primeros meses de 2019. 

Al principio de esta fase, nos proporcionaron un listado de universidades a elegir, las cuales correspondían a los acuerdos que nuestro grado universitario en específico tenía con otras universidades europeas y mundiales. Por ello, cada grado y cada facultad ofrece opciones diferentes. En mi caso, prefería no irme muy lejos de casa por lo que me centré más en analizar las universidades que formaban parte del listado del Programa de Erasmus. Fui buscando una por una las oportunidades ofertadas, analizando en que país, en que zona y ciudad estaba ubicada la universidad, como se podía llegar hasta allí desde Bilbao, además de la oferta académica ya que las competencias a desarrollar en la universidad de destino, tenían que corresponderse con las a desarrollar en la universidad de origen. 

En cuanto pensé en la posibilidad de irme de Erasmus, me veía en un país de habla inglesa. Podría mejorar mi inglés; hacerme más al idioma y se me haría más cómodo moverme por la ciudad o el país. Por ello, en cuanto vi que Irlanda estaba en la lista, me alegré. Además, tras analizar la universidad y las asignaturas ofertadas, vi que sería una muy buena opción para mi. Así pues, Irlanda acabó siendo mi primera opción y la finalmente asignada para mi Experiencia Erasmus. Por ello, mi Experiencia Erasmus tendría lugar en Technological University of Dublin - Tallaght Campus



Tercera fase: Proceso pre-Erasmus

Sobre febrero de 2019, se envió la solicitud de la plaza; es decir, el envío de nuestro listado destinos de preferencia. Posteriormente, sobre el mes de marzo, una vez el destino erasmus estaba asignado, tuve que contrastar la información referente a las asignaturas encontradas en la universidad de destino con mi coordinadora Erasmus, para afirmar que las competencias que iba a adquirir en el Erasmus eran las mismas a las que podía adquirir en mi universidad. 

Además tuve que cumplimentar bastante documentación relacionada con mi estancia Erasmus (como becas, acuerdos, etc.) con la oficina de relaciones internacionales de mi universidad; ya que debía firmar papeles antes, durante y después de mi estancia para así poder verificar mi estancia erasmus. 


Cuarta fase: Preparación pre-viaje

En esta fase, transcurrida sobre todo durante el verano previo a irme de Erasmus, fui preparando todo lo necesario para mi viaje. 

Lo primero de todo fue la búsqueda de un alojamiento en Dublín. Para ello, barajé dos posibilidades: estancia con familias o residencias de estudiantes. Tras analizar ambas opciones y ver que ofrecían los alrededores de Dublín y la zona de Tallaght (pueblo en las afueras de Dublín donde se encontraba mi campus), me decanté por la residencia de estudiantes, ya que encontré más opciones y me daba más seguridad. Por ello, tras ponerme en contacto con varias, alguna me rechazó por ofrecer plaza solo a estudiantes de año completo y no medio curso académico, como era mi caso. Al final encontré una bastante bien ubicada, en una zona bastante nueva cerca del centro, en donde a pocos minutos se encontraba una parada del tranvía (más conocido como Luas), en el que poder ir a la universidad. Finalmente me aceptaron en esta residencia, por lo que lo más difícil estaba echo, ya tenía donde vivir.

Cuando ya supe desde que día me podía instalar en la residencia y me informaron de la fecha del comienzo de las clases, pude ir buscando un vuelo a Dublín. En mi caso, al viajar desde Bilbao y viajar todavía en época veraniega, había vuelos diarios. Finalmente, tras comparar precios y barajar diferentes opciones, me compre un vuelo de ida para el 4 de septiembre de 2019. 

Con ello, ya solo me faltaba ultimar los últimos detalles. De lo más importante fue preparar toda la documentación que la universidad me exigía llevar firmado y ver que material escolar me podría hacer falta. Además, para estar bien organizada y saber exactamente que me haría falta y que me llevaría, hice un listado con todo. Todas las diferentes prendas que iba a llevar estaban en mi lista, desde camisetas, a chaquetas y calzado. Así, en el momento de preparar la maleta, me sería mucho más fácil y era más consciente de que tenía, que me haría falta comprar y que cosas me convendría llevar, ya que el invierno en Irlanda es un poco más lluvioso y frio que en Euskadi. 


Quinta fase: llegada a Dublín y comienzo de las clases


Como ya he explicado anteriormente, llegue a Dublín el 4 de septiembre y como las clases no empezaban hasta el día 12, tuve un tiempo para ir conociendo la ciudad y haciéndome a mi estancia allí. Durante esos días pude conocer en persona a una compañera que iba a estudiar allí conmigo. También era vasca, pero aunque estudiábamos lo mismo y en la misma universidad, éramos de campus diferentes.

Así pues llego el día 12. Era el primer día de universidad, pero no empezaban todavía las clases. Fue un día de bienvenida y recibimiento para los estudiantes internacionales y de Erasmus. Por ello, nos hicieron un tour por la universidad, nos ayudaron a registrarnos en los sistemas informáticos de la universidad, nos presentaron a la coordinadora de erasmus de la universidad (con la cual ya habíamos estado en contacto mediante correo electrónico) y fuimos conociendo a más gente que estaba allí en nuestra misma situación. Además, nos informaron que al día siguiente tendríamos una excursión para conocernos más y enseñarnos el país. No habíamos ni empezado las clases y ya nos iríamos de excursión. Nos recogieron en la puerta de la universidad de nos llevaron a Powercourt House and Gardens, un palacio en el Condado de Wicklow con unos jardines impresionantes. Tras pasar allí la mañana recorriendo la zona, el autobús nos llevaba de vuelta a Tallaght, pero nos dio la opción de dejarnos en el centro de Dublín, por lo que pasamos esa tarde en grupo por la ciudad descubriendo nuevos lugares, como la zona del Tembre Bar y el Trinity CollegeEse mismo fin de semana, ya empecé a hacer planes con la gente que había conocido durante esos dos primeros días y fuimos a visitar un museo. 


Tras el fin de semana, llego el primer día de clases, y lo  más curioso es que todavía no teníamos un horario establecido. Al ir de Erasmus, debíamos ir a la universidad a primera hora, encontrar los paneles informativos de nuestros estudios, ver nuestros horarios y tras ver a que hora y cuando se impartían las clases, establecer nuestros propios horarios. Así pues, tras ver cuando se impartían las clases que nos interesaban y las que meses atrás habíamos seleccionado, establecimos nuestro horario. Aunque finalmente, hubo algún pequeño cambio debido a que se solapaban algunas clases, pudimos acordar al fin nuestro horario para los meses que estudiaríamos en Irlanda. Con ello en mente, para finalmente inscribirnos en esa caso, no nos hizo falta nada más que entrar en la clase a la hora prevista y hacer saber al profesor que éramos estudiantes Erasmus y que nos gustaría inscribirnos en su clase. 

Así pues, poco a poco fuimos conociendo a todos nuestros profesores y viendo como se organizaban e impartían cada clase. Por lo general, todos los profesores eran muy amables, siempre dispuestos a ayudarnos y contentos de tenernos en sus clases.


Sexta fase: Adaptación a la vida Universitaria Irlandesa

Al ir pasando las semanas, ya me adapte del toda a tener las clases en inglés y en un país que apenas conocía. Me gustaron mucho las clases y me adapté con facilidad a los nuevos horarios. Aún así, había algunas cosas que me sorprendieron de la universidad en Irlanda. 


Lo primero que más me llamó la atención, fue lo diferente que era el Campus. No era un edificio muy grande y algunas clases se impartían en otro edificio a unos 5-10 minutos del Campus. Pero realmente era más parecido a un instituto pero organizado como una universidad. En ocasiones era muy parecido al típico instituto de película americana. En esta universidad habían clubes universitarios o sociedades universitarias en los que te podrías inscribir y realizar todo tipo de actividades, desde clubes de todo tipo de deportes y actividades juveniles. También había un grupo de representación juvenil que se encargaba de mediar entre la universidad y los estudiantes con el fin de crear un mejor ambiente y ayudar a todos los estudiantes con lo que pudiesen.  Además, casi todas las semanas tenía lugar algún tipo de evento en la universidad. Había días en los que te encontrabas mercados internacionales con venta de alimentos de todo el mundo, competiciones de fuerza y agilidad, donuts gratis para los estudiantes y mucho más. Incluso un día pude ver un pequeño recinto a la entrada del campus con conejitos en los que los estudiantes podían entrar a acariciarles y relajarse ante los estudios. Asimismo, había un comedor o canteen como en las películas con menús diferentes cada día y era el rincón donde nos solíamos juntar después de las clases a pasar el rato, a veces incluso casi toda la tarde.  

En cuanto a las asignaturas, la evaluación de la mayoría consistían en un examen final y una o varias actividades a realizar durante el curso llamadas Continuous Assignment o CA. Una de ellas, por el contrarío, si que consistió en evaluación continua con 3 o 4 proyectos a desarrollar. Además al tratarse de estudios de turismo, las asignaturas que realicé me ayudaron mucho a conocer otra perspectiva del turismo y conocer más acerca de la tipología turística del país y que tenían para ofrecer. Me ayudo a tener otra visión y descubrir el país tanto turísticamente como culturalmente. Asimismo, todas las horas lectivas no eran iguales. En la mayoría de asignaturas, un día de semana se dedicaban unas horas a la parte teórica del curso llamado Tutorial o Workshop; mientras que otro día se trabajaría el Continuous Assignment en una Lecture (clase práctica) en donde recibíamos indicaciones acerca de como realizar el trabajo y consultábamos dudas acerca de su realización. Esto me pareció muy útil ya que poco a poco se iba desarrollando el trabajo y sabias que tenías un tiempo si o si ha preguntar dudas o llevarlo a cabo en la propia universidad. Era una gran ayuda para la mejora y buena organización del proyecto.


El haber acudido a clases relacionadas con el turismo, me dio la oportunidad de acudir a varios de los museos y atracciones turísticas más importantes de la capital irlandesa; entre los que encontramos el museo EPIC (dedicado a la historia irlandesa y a su pasado migratorio), el Zoo de Dublín (ubicado en el conocido parque Phoenix) y el National Gallery of Ireland entre otros. Asimismo, el haber hecho un grupo de amigos internacionales durante la estancia, me permitió hacer pequeñas excursiones casi todos los fines de semanas. Todo ello me permitió descubrir diferentes magníficos lugares en la ciudad de Dublín, así como en los pueblos aledaños. Gracias a ellos pude pasear por las calles y acantilados de pueblos como Howth, Bray, Dun Laoghaire, Dalkey y Greystones y en la capital, además de descubrir los museos y atracciones mencionados en las líneas anteriores, también tuve la oportunidad de conocer el mercado Navideño en el Castillo de Dublín, pasear por calles como O'Connell  Street, Grafton Street y el río Liffey, el emblemático barrio de Temple Bar y conocer muchos más rincones únicos y especiales de la capital. 



Por otro lado, relacionado con las sociedades universitarias que he mencionado anteriormente, tuve la oportunidad de formar parte de la Intercultural Society. Un grupo o sociedad que pretendía conocer a gente de todo el mundo (fuesen estudiantes irlandeses o internacionales) y que organizaban diferentes actividades, excursiones y viajes por el país. Con ellos, también tuve la oportunidad de visitar una primera vez la ciudad costera de Bray (la cual posteriormente volví a visitar con el fin de recorrer su paseo por los acantilados) en una excursión de 1 día o ciudades más lejanas como Cork mediante una estancia grupal de un fin de semana. 


Dejando un poco de lado el ocio durante mi estancia, indagaré un poco más en mis estudios. Como ya he mencionado anteriormente, las asignaturas cursadas durante mi estancia Erasmus, me permitieron conocer más acerca del país, no solo turísticamente pero administrativamente y estructuralmente. Mediante las asignaturas de Irish Hospitality and Tourism Studies y Cultural, Leisure and Shopping Tourism, pude conocer e indagar más sobre el enfoque turístico que Irlanda tiene y ver que tipo de turismo desarrollar, hacia donde quieren ir y como lo administran y gestionan todo. No solo pude conocer cuales son las principales atracciones turísticas del país, si no que pude aprender acerca de que instituciones y empresas se encargan de la organización y la gestión turística y cultural del país. A través de las asignaturas de Hospitality and Tourism Entrepreneurship y Sustainability and CSR for the Hospitality and Tourism Industry, pude aprender sobre el emprendimiento, la innovación, la sostenibilidad, la responsabilidad social de las corporaciones (CSR en inglés) y las Pequeñas y medianas empresas (conocido como PMEs en español y SMEs en inglés) desde el enfoque y la estructura empresarial de Irlanda. Otra asignatura que cursé fue Content Management con la que pude aprender acerca de la gestión de contenido online, las marcas corporativas y la edición de videos. Además, cursé una asignatura que ofertaba la universidad para los estudiantes Erasmus e Internacionales de Ingles denominada como English as a Foreign Language en la que pude profundizar en mi inglés además de escuchar nuevos acentos y aprender o profundizar en el inglés desde el enfoque de Irlanda, su acento y su cultura. 

Séptima fase: Final del curso y Vuelta a la Normalidad

Con la llegada de Diciembre, se acercaban los últimos días de clases. Ya tuve que ir entregando los diferentes trabajos de las asignaturas e ir enfocándome en estudiar para los exámenes. Todo iba  a ser nuevo, las clases terminaban a mediados de diciembre y hasta primeros de enero no empezaban los exámenes. Por ello, pude volver a casa y pasar las navidades con la familia. Pero para el 2 de enero ya estaba de vuelta en un avión y durante la navidad ya tuve que estar estudiando para mis exámenes. Al llegar a Dublín, me pude centrar más en los exámenes, aunque si que saqué algún momento para desconectar y dar una vuelta por la ciudad.  

Mis exámenes empezaron el 7 de enero y terminaron el 11 de enero, lo cual en el periodo de tan solo 1 semana tuve que realizar 5 exámenes (ya que una de las asignaturas no tenía examen final). 

El martes 7, tuve mis exámenes de inglés y la asignatura de emprendimiento, uno a medio día (de 12:30 a 14:30) y el otro por la tarde (de 19:00 a 21:00) por lo que fue un día bastante largo por la universidad. Al día siguiente, miércoles 8, tenía otro de los exámenes a las 9:30 de la mañana y el siguiente el jueves 9, a las 12:30; por lo que estos 4 exámenes fueron bastantes seguidos y fue muy importante ese periodo de estudios antes de que empezase esta semana de exámenes. El último examen, por más que parezca raro, lo tuve un sábado, el 11 de enero, a las 15:30 de la tarde. 


En cuanto al lugar de los exámenes, la mayoría tuvieron lugar en el polideportivo de Tallaght llamado National Basketball Arena o NBA. Eso de hacer los exámenes en la NBA, era curioso, y realmente consistía en una gran cancha de baloncesto dividida en cuadrículas marcadas en el suelo y divididas por mesas. Cada asignatura o examen, tenía su pequeña zona, en la que tu buscabas en los mapas que presentaban en la puerta, te sentabas y te entregaban tu examen. Cada examen tenía 1 o 2 supervisores los cuales comprobaban que estaban los alumnos que tenían que estar. En cuanto lo terminabas, lo entregabas y te podías ir, probablemente a descansar un poco, comer algo e ir preparando los siguientes exámenes. Los exámenes relacionados con el último curso de estudios, si que tenían lugar en la universidad y ya sabías de antemano en que clase concretamente tendría lugar. En cuanto a la dinámica, era la misma que la del otro recinto. Como en mi caso debí seleccionar las asignaturas en base a sus competencias, tenía 3 asignaturas del último curso, 1 del primero, otra del segundo, además de la de inglés ofertada para los estudiantes de movilidad. Por ello, tuve que acudir en 2 ocasiones a la universidad y 3 a la NBA a realizar mis exámenes (una de las asignaturas del último curso era la que solo se evaluaba con evaluación continua sin examen final).

Algo a lo que no estaba acostumbrada era a no tener al profesor de cada asignatura presente en el exámenes. En Bilbao, siempre estaban en el aula los profesores que habían impartido las clases y en ocasiones podías consultarles las dudas que te surgían. En Irlanda, por el contrario, los profesores no estaban presentes y había gente externa a los estudios como supervisores, en ocasiones más de 1 persona. Otro aspecto diferente que experimente en Irlanda fue el hecho de que en alguna de las asignaturas nos compartieron preguntas concretas que posteriormente debíamos consultar en nuestros apuntes y las presentaciones distribuidas por los profesores, por lo que sabíamos que las preguntas del exámenes saldrían de allí. En otras asignaturas por el contrario, todo el temario podía ser preguntado en el examen. Lo que si era igual en todas las asignaturas (menos la de inglés) era su estructura. En todas ellas, teníamos 5 preguntas de las cuales debíamos seleccionar 3 para redactar y ser evaluados. 

Una vez los exámenes estaban acabados era el momento de desconectar y aprovechar los días que nos quedaban antes de volver cada uno a nuestras casas. Por ello, algunos amigos decidimos organizar un pequeño viaje al más puro estilo mochilero y cogernos un avión con destino Escocia. Durante 5 días, recorrimos las calles de Glasgow y Edimburgo, visitamos los rincones más icónicos de estas ciudades, sus museos, sus paisajes inolvidables. Nos alojamos en hostales y pudimos descubrir este magnífico país con nuestras mochilas a la espalda caminando por toda la ciudad. Fueron unos días muy divertidos en los cuales anduvimos mucho, pero visitamos lugares increíbles y fue un modo excelente de acabar nuestras experiencias Erasmus. 


Al volver a Dublín, ya solo me quedaban un par de días en la capital irlandesa antes de volver a mi pueblo y a mi rutina pre-Erasmus, aunque con nuevas experiencias y vivencias inmejorables.


Reflexión final

En general, toda esta experiencia me permitió ampliar mis conocimientos, mis vivencias, mis experiencias, verme capaz de valerme por mi misma, ser consciente de todas mis posibilidades, saber todo lo que soy capaz de hacer. También me ha permitido conocer y visitar lugares increíbles, además de conocer gente maravillosa. Tanto profesionales, profesores y estudiantes, todos ayudaron mucho a que me sintiera como en casa, en un entorno seguro en el que me sentía muy a gusto. 

Toda la experiencia me encantó. La universidad y su entorno me gustaron. El pueblo de Tallaght bien adaptado a los estudiantes universitarios y a tener una universidad (con tiendas y un centro comercial al lado de la parada del tranvía y cerca de la universidad). La ubicación de la residencia en la que me quedé, también me pareció inmejorable. Estaba a pocos minutos del Luas (el tranvía) para poder ir hasta Tallaght a estudiar. Si quería darme una vuelta por el centro de Dublín, podía irme andando en un momento y la zona estaba rodeada por zonas totalmente renovadas con plazas, tiendas y supermercados muy convenientes para la vida universitaria. Una zona muy óptima y recomendable. La residencia en sí, era totalmente nueva, con instalaciones de todo tipo (gimnasio, sala de cine, zona para jugar a los bolos y al ping-pong y sala de estudios). Las habitaciones cómodas y aptas para 1 persona, en donde aunque compartías sala de estar y cocina con otros estudiantes, disponíamos de nuestro propio baño; lo que permitía relacionarte con otros estudiantes que estaban en tu misma situación al mismo tiempo de disponer de algo de privacidad. Lo malo fue que no te proporcionaban ropa de cama por lo que no tuve más remedio que ir de compras nada más llegar y adaptarme a este inconveniente. 


Fue una etapa inolvidable en la que descubrí ciudades como Dublín, Cork, Glasgow y Edimburgo, conocí a gente increíble y me dio la oportunidad de crear y experimentar vivencias las cuales guardaré para siempre en mi memoria y las cuales nunca olvidaré.  

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