7 aspectos del turismo que han cambiado con la pandemia


La pandemia por el coronavirus ha tenido un gran impacto en las personas de todo el mundo. Ya sea en mayor o menor medida, todos nos hemos visto impactados y perjudicados por ella. Además, ha contribuido a que la sociedad se comporte e interactúe de manera diferente y se adapte a los nuevos cambios generados. 

La situación que todos vivimos generó que los ciudadanos tuviésemos que modificar nuestras costumbres y actos cotidianos. Parece muy lejano (y en ocasiones ni siquiera nos acordamos) de esos momentos en los que solo podíamos salir de casa a hacer la compra, derivando en salir a pasear a horas determinadas según la franja de edad y los aforos limitados en los comercios. Todas estas medidas se fueron relajando según la situación parecía ir mejorando, pero también hay que destacar que algunas de esas regulaciones o costumbres se han quedado para quedarse, aunque no sean tal y como las vivimos en los momentos más complicados de la pandemia. 

Por ello, analizaremos algunas de las cosas o aspectos que han cambiado debido a la pandemia y parece que se han quedado en nuestros modos de actuar, centrándonos en el sector turístico y de los viajes.


1. Viajes de última hora

Ya sea por la conciliación laboral o las restricciones que puedan seguir habiendo debido al covid, la sociedad en general suele esperar hasta más tarde para planificar y reservar sus viajes. Ya no se lleva tanto eso de reservar el viaje del próximo verano con meses de antelación. La gente tiene miedo a no poder viajar por lo que espera a acercarse más la fecha para reservarlo. Eso puede ser derivado por aquellos momentos en los que mes tras mes las restricciones y condiciones de los viajes variaban tanto.  Era muy complicado saber si de un mes para el siguiente o para dentro de 5 meses la situación iba a seguir igual o de repente había una nueva variante y las medidas sanitarias se endurecían. 


2. Miedo a viajar

Relacionado con esto mismo, esta el factor miedo. Con nuevas variantes, cada vez más contagiosas, la gente tenía mucho miedo. Algunos tenían ese miedo por ellos mismos y otros por no querer contagiar a sus seres queridos. La situación fue muy dura para algunas personas, lo que derivó en que muchas de ellas se aislasen y evitaran desplazarse a ningún sitio. Esas personas con tantos miedos e inseguridades, se veían afectados hasta para salir de sus casas y ni entraba en su cabeza la posibilidad de viajar y descubrir nuevos rincones. Todo ello generó que a día de hoy siga habiendo mucha gente cuyas prioridades hayan cambiado. Después de los momentos tan complicados vividos, la salud es lo primero.


3. Necesidad de viajar

Al contrario que estas personas, existía otro colectivo que sentía la necesidad de escapar. Salir de esas rutinas tan marcadas y a la vez asfixiantes y sentir de nuevo esa sensación de libertad. Por ello, el destino ya no era tan importante, sino que la gente se vio obligada a investigar y desplazarse tan solo unos kilómetros hasta sus montes o lugares de naturaleza más cercanos. 

Aún así, esta situación trajo algo muy bueno al sector turístico, ya que empezamos a descubrir todos los rincones que nuestras provincias o comunidades autónomas tenían para ofrecer. Fuimos más conscientes de todo lo que nuestros pueblos y alrededores brindaban y lo valorábamos mucho más. Lo importante era pasar tiempo de calidad y volver a respirar aire puro. Todo ello, ha impactado en que muchas personas se hayan aficionado a ir más al monte y querer seguir descubriendo su entorno.


4. Motivación por viajar

Parecido a la gente que sentía esa necesidad por viajar, encontramos aquellos que tienen una gran motivación por volver a descubrir nuevos lugares. Muchos son los que se sienten más realizados cuanto más viajan y más ciudades recorren. Además, los que nos dedicamos al turismo, necesitamos ver como la gente disfruta conociendo nuevos rincones sorprendentes y por un tiempo desconecta de su rutina. Asimismo, hay personas que se dedican precisamente a viajar, ya sea para promocionar destinos u ofrecer sus experiencias en redes sociales. Para todos ellos, fue muy difícil quedarse en sus casas, por lo que no veían el momento de poder volver a explorar el mundo. Gracias a ello en parte, mucha es la gente que tiene todavía más ganas de viajar. Ganas de salir de esas rutinas y medidas tan estrictas. El tener esa prohibición por tanto tiempo no ha hecho más que aumentar las ganas de mucha gente de querer viajar. 

Por otro lado, también esta esa gente cuya motivación por volver a viajar recae en esa necesidad de volver a reunirse con sus seres queridos. En la sociedad que vivimos hoy en día, mucha es la gente que se desplaza a otras ciudades, países o incluso continentes por necesidad o nuevas oportunidades laborales. Para estas personas fue muy duro el confinamiento y todas las medidas establecidas, ya que se tenían que conformar con ver a sus familias desde las pantallas de sus teléfonos o dispositivos electrónicos. Las fronteras estuvieron cerradas mucho tiempo y con el incremento de los precios de los billetes de avión, mucha gente ahora está pudiendo viajar a sus países de origen a reencontrarse con sus seres queridos tras años añorando ese reencuentro. 


5. Seguridad

La seguridad se ha vuelto uno de los factores más esenciales a la hora de viajar. Los viajeros necesitan sentirse seguros y arropados en el destino. Necesitan que les aconsejen bien a que lugar viajar. Que les recomienden un lugar en el que se sientan cómodos y afín a sus necesidades. Esto a derivado a que muchos turistas decidan viajar a lugares ya conocidos por ellos, con los que están familiarizados. Esos hoteles que llevan conociendo por años. 

Este colectivo no tiene ese afán por conocer nuevos lugares o experimentar nuevas vivencias. Para ellos la pandemia ha sido una situación de incomodidad e incertidumbre. Una situación demasiado cambiante, desconocida e impredecible. Ello les ha provocada que, aún teniendo esa necesidad por viajar, necesiten seguridad. Solo irán a los lugares a los que se sientan realmente cómodos. Ya sea porque los conocen de hace años o se los han recomendado desde su agencia de viajes de confianza o algún conocido o familiar. Por la mayoría, estos destinos se asemejan más a los destinos de sol y playa, por la cercanía. La gente se siente más cómoda en ocasiones si viajan en su propio coche y volviendo a disfrutar de unos días en la playa. 


6. Más gasto

Un aspecto relacionado con esa necesidad por viajar, es el echo de que mucha gente está realizando esas escapadas que antes tanto deseaban y por diversas circunstancias seguían posponiendo. Esos viajes soñados se están empezando a realizar. La gente ya que puede viajar, quiere disfrutar de experiencias únicas e inolvidables, sin reparar tanto en los gastos. Han estado mucho tiempo sin poder moverse y sin nuevas experiencias. Por ello, tras la pandemia, más gente se está animando a descubrir destinos más exóticos y exclusivos. 

Para estas personas lo que vale es un gran viaje. Probablemente se pasen unos años ahorrando para esa gran vivencia, pero ese afán por visitar esos lugares lejanos y diferentes y el finalmente poder realizarlos es lo que les mueve a viajar. No es tanto la cantidad como la calidad. Por ello, eligen los mejores hoteles, en los mejores destinos del mundo, comiendo en los mejores restaurantes y descubriendo los rincones más sorprendentes. Esas son las experiencias que tanto necesitan. Ya no piensan en si es buen momento o no para realizarlo, sino que se guían por su motivación y ganas de descubrir estos destinos y van a por todas. Después de tanto sufrimiento e incertidumbre, todos nos merecemos un capricho, y para algunas personas ese capricho se transforma en grandes escapadas. 


7. Menos gasto

En el lado opuesto, encontramos gente para la que el destino no es lo importante. Tras meses sin poder disfrutar con la familia, cada vez necesitamos ese tiempo para conectar con ellos. En estos casos, la naturaleza y las pequeñas escapadas se han convertido en un gran aliado. Hemos empezado a descubrir esas pequeñas casas rurales en nuestros pueblos y municipios colindantes. Empezamos a ser más conscientes de todo lo que nos rodea y de lo que podemos disfrutar sin alejarnos mucho de nuestras casas. 

Esto se ha visto incrementado por los efectos económicos que está dejando la pandemia. Muchas son las familias que se han visto afectadas directamente o indirectamente por la pandemia, sobre todo económicamente. Esas familias que antes se podían permitir llevar  a sus hijos unos días de verano a algún destino de sol y playa, ya no pueden. Por ello, y con el fin de que sus familias sigan disfrutando de unos días de relax alejándose de tanta rutina, los campings, casas rurales y las autocaravanas han sido los grandes descubrimientos. No hace falta gastar tanto para pasar tiempo de calidad con los seres queridos o los amigos. 


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