El otro día, leyendo las noticias, me topé con algo que me llamo mucho la atención. El Confidencial, en unas de sus publicaciones sobre educación sacó el siguiente titular:
"Turismo y Periodismo: las carreras con más arrepentimiento cinco años después."
La noticia explica como un gran número de graduados en Turismo y Periodismo (1 de cada 3 personas para ser más exactos), elegiría otra especialización si tuviese la oportunidad de volver a estudiar o directamente no iría a la universidad. Como señala una encuesta proporcionada por la publicación, el 45% de los que terminaron sus estudios en turismo hace 5 años, no volverían a escoger la misma titulación universitaria. Como recién graduada en turismo, esto me llamó mucho la atención.
A mi parecer, la elección de una carrera universitaria, es muy vocacional. Son muchos años de carrera, mucho que estudiar y que aprender, aparte de mucho dinero que invertir. Por ello, son elecciones que hay que hacer con mucha conciencia y seguridad de que es lo que te apasiona.
Sobre todo, requiere de una gran carga emocional. No siempre se acierta a la primera. A mucha gente le pasa, a mí incluida, que elige una carrera universitaria pensando que eso el lo que quiere hacer con su vida. A los 18, incluso 16 años es muy complicado saber que se va a ser el resto de su vida; que trabajo queremos realizar durante los más de 40 años en los que nos tendríamos que dedicar a desarrollarnos profesionalmente. Por ello, es algo que hay que meditar bien, estar seguro de lo que se ha elegido. Si nos equivocamos, no pasa nada, se puede volver a empezar, pero incluso con más incertidumbres que con las que empezaste. Te has pasado los años previos al bachiller y los dos años de bachiller pensando que esa es tu vocación y cuando consigues acceder a tu carrera elegida y empiezas a indagar más en ella, de repente no es nada de lo que te imaginabas. Por más que te esfuerzas y estudias duro, no consigues resultados, las clases cada vez te parecen más difíciles e imposibles de llegar a entender del todo. Debido a ello, el darse cuenta que eso no va bien y ser consciente de que te has equivocado, en ocasiones cuesta incluso darse cuenta.
A mí esto es lo que me pasó, elegí una carrera de ingeniería, pensando que eso era lo mío, pero al de unos meses de estar estudiándola, fui consciente de que eso no era para mí. Estudiaba hora tras hora, dedicaba mucho esfuerzo a realizar los trabajos y llegar a entender el contenido, pero nada tenía resultado. Emocionalmente no estaba bien, iba a clase casi por inercia. Era lo que tenía que hacer. Siempre he sido muy dedicada a los estudios y muy trabajadora. Quería hacerlo todo de la mejor manera posible. Por esa razón, hasta que mi familia no se dio cuenta de que no estaba bien y me lo dijeron, no me di cuenta de ello. Yo sentía que debía seguir intentándolo, pero llego un momento que no podía más, la ansiedad y la impotencia por no conseguir los resultados esperados, eran cada vez mayores. Así que, llegue a la conclusión de que debía dejar esa carrera. No pasaba nada, lo había intentado y no funcionó, pero ya encontraría mi verdadera vocación. Por ello, a algo más de la mitad del curso me encontraba sin saber que hacer. Empecé a analizar que carrera me gustaría realizar, intentaba encontrar lo mío. Tras analizar varias opciones, fui consciente de que el turismo era lo mío, y me decidí a empezar la carrera al curso siguiente. Como quedaban unos meses para ello, aproveche ese tiempo para sacarme el carnet de conducir y el certificado First de inglés. Por lo menos aproveche esos meses y poco a poco ya iba encauzando mi futuro.
Cuando empecé la carrera y fui estudiando y profundizando en las diferentes asignaturas y contenidos, poco a poco me iba dando cuenta que esto si era lo mío. Los exámenes salían bien, era un contenido del que disfrutaba estudiando y cada especialización que veía, me sentía capaz de trabajar de ello. De esto si que veía un futuro. Debido a ello, descubrí que mi futuro si que estaba en el Sector Turístico.
Por toda esta experiencia que he redactado, y debido a la gran vocación que hay, en mi opinión, en los que nos dedicamos al Turismo, me parece algo sorprendente que haya gente que se arrepienta de haber echo esa elección en el pasado. El coronavirus es uno de los factores principales que ha echo que esto suceda. Este sector ha sido uno de los más afectados y mucha gente ha perdido su puesto de trabajo. Además, los recién graduados, como yo, nos hemos visto seriamente afectados. Si hay gente que lleva trabajando en el sector años, en se encuentra sin trabajo por la pandemia, cómo vamos a lograr los recién graduados una oportunidad laboral? Es una situación muy complicada, sin muchas oportunidades ni ofertas laborales. Además las pocas ofertas laborales que encuentro precisan de experiencia laboral previa, lo cual es prácticamente imposible si te acabas de terminar la carrera universitaria. Llegamos a la conclusión de siempre: para poder optar a un trabajo, has tenido que trabajar antes, necesitas experiencia y sin experiencia casi ni puedes optar a un trabajo. Es decir, necesitas experiencia para trabajar, pero nadie te da la oportunidad de conseguir esa experiencia que te piden, lo cual hace que la situación se complique mucho más.
No es un buen momento para el sector, ni para muchos otros. Pero en mi opinión, por ello no hay que dejar una carrera de lado. La vocación es muy importante y luego a la hora de desenvolverse en el entorno laboral se nota. Es muy importante estudiar algo que nos gusta, luego ya nos adaptaremos a la situación en la que se encuentre el sector. Hay que estar preparados para adaptarnos, y aprovechar esos momentos de incertidumbre para analizar hacia donde queremos enfocar nuestro futuro. Pero si alguien no siente esa motivación y esa vocación que se necesita para estudiar una carrera, mejor buscar otra alternativa. Como ya he mencionado anteriormente, el estudiar algo sin estar al 100% seguro de que es lo tuyo, no conlleva nada bueno. Tienes que llegar a verte trabajando de ello, que al menos te guste el contenido que tendrás que estudiar. Emocionalmente puede llegar a ser muy duro, por ello, en mi opinión, la elección de una carrera universitaria es algo que hay que meditar y pensar mucho. Estar seguros de la elección y en cuanto detectes que no es lo tuyo, cambia de carrera. No pasa nada por ello, y la carga emocional no será tan grande; aparte de aprovechar el tiempo a estudiar otra cosa que realmente te guste y no gastar el dinero en estudiar algo de lo que no disfrutas ni te gusta.
Si no encontramos trabajo por esa falta de experiencia que he mencionado antes, igual hay que resaltar esos aspectos que nos diferencian del resto. Ver que tengo yo que no tengan otros e intentar potenciarlo. No todo es experiencia laboral. Más incluso en el Sector Turístico. El haber viajado, haber visto lugares, haber vivido experiencias, haberte ido de Erasmus, el implicarte en conocer las novedades del sector son algunos de los aspectos que, en mi opinión, se tendrían que tener en cuenta. No todo es el haber trabajado o haber tenido la oportunidad de desarrollarse laboralmente, sino los conocimientos tanto académicos como personales que has ido adquiriendo con los años. Si esto no es suficiente, tendremos que intentar ir potenciando pequeñas cosas, como algún curso, mejorar los idiomas, intentar optar a algunas prácticas laborales. Esto último es bastante difícil de conseguir debido a la situación del sector, pero seguro que la situación mejora poco a poco. Simplemente hay que esperar a que llegue nuestra oportunidad, estar en el lugar correcto en el momento correcto.
Como también mencionan en la publicación, otra opción que hay para intentar salir de esta situación o encauzar tu futuro, es la realización de Másteres Universitarios, pero para ello tienes que tener muy claro a que ámbito o subsector dentro del turismo te quieres dedicar. No hay tantos másteres relacionados con el turismo, y la mayoría son relacionados con la hotelería o el marketing. Por ello, necesitas tener muy claro a que te quieres dedicar. Si lo tienes claro, adelante, pero sino, toca intentar potenciar pequeñas cosas con cursos o idiomas, como ya he mencionado anteriormente. En mi opinión, el ir consiguiendo algo de experiencia nos ayuda a ver que ramas nos gustan más y cuales menos. En cuales nos gustaría desarrollarnos profesionalmente y cuales simplemente no son para nosotros. Esto en la teoría está muy bien, pero realmente volvemos a lo de siempre: no nos dan las oportunidades que necesitamos para llegar a saber que queremos ser. Por ello, entiendo perfectamente a el caso que nos dan en la publicación, después de estudiar turismo y no conseguir laboralmente lo que esperaba, tiene que estudiar algo más, como en su caso la nutrición para al menos estar en algo relacionado con el turismo como es el catering.
Muchos estudiamos turismo porque es algo que realmente nos gusta y pensamos que según acabemos la carrera encontraremos trabajo, pero la realidad no es así. Sales de la universidad sin saber que hacer, no sabes donde debes ir a buscar trabajo, si estudiar algo más, ni qué es lo que buscan las empresas. Por ello, muchos estamos indecisos, sin saber que hacer. Intentamos buscarnos oportunidades laborales, pero encima llega la pandemia y fastidia todo. El sector está muy dañado y las ofertas laborales para recién graduados o sin mucha experiencia son casi nulas. Por todo esto, no nos queda más que resistir y esperar que lleguen tiempos mejores, adaptarnos a las oportunidades que vayamos descubriendo y si lo tenemos claro, profundizar en algún ámbito de nuestro agrado.
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