Curiosidades de Irlanda. Pt. 1

Irlanda es un país único, lleno de costumbres y tradiciones. Todo eso hace que sea un país muy diferente a lo que estamos acostumbrados. Por ello, en esta publicación, nombraré y explicaré alguna de las curiosidades que encontré mientras viví allí.


Horarios 

Los horarios por lo general son muy diferentes a lo que estamos acostumbrados en España y el algunos otros países. 

Las tiendas en Irlanda, al igual que en el Reino Unido, cierran por lo general entre las 5 y las 6 de la tarde. Incluso las cafeterías. En alguna ocasión me pasado estar tranquilamente sentada en una cafetería y que nos recordasen que en 5 minutos cerraban y nos teníamos que ir. En ese momento miras en reloj y te das cuenta de que todavía son las 6 de la tarde y lo diferente que son las cosas entre un país y otro. Desde cafeterías, museos, tiendas de ropa, todo cierra pronto. Lo único que permanece abierto hasta algo más tarde son los supermercados y los restaurantes, aparte de los conocidísimos Pubs Irlandeses. 

Por el contrario, algo muy positivo es que la mayoría de establecimientos abre los domingos. Yo estaba acostumbrada a no poder ir al supermercado o cualquier otra tienda un domingo, ya que estaban cerrado. En Irlanda por el contrario, todo era más tranquilo; si necesitabas hacer alguna compra podías ir el domingo. No andas tan pendiente de que día de la semana es, ya que en cualquier momento que puedas o necesites puedes acercarte a cualquier supermercado a comprar algo de comida que necesites. Ayuda bastante si se te ha olvidado comprar algo a lo largo de la semana o simplemente te apetece hacer tu compra un domingo. 

Otro aspecto que destacar en cuanto a los horarios, son las horas de las comidas. Por lo general, en Irlanda se come entre las 12 y la 1 de la tarde y se cena sobre las 6 o 7 de la tarde. Al principio se hace un poco raro. Hay gente que como en mi caso nos terminamos adaptando a estos cambios, mientras que otras personas siguen manteniendo las horas de comida de su país de origen. En mi caso, debido a las horas de clase en la universidad, me acostumbre a comer sobre las 12 del mediodía y a cenar también alrededor de las 7:30 de la tarde.  Al final, si no te queda más remedio que comer en la universidad, te terminas acostumbrando y comiendo tan pronto para las 7 de la tarde ya te están entrando ganas de cenar. 

Al fin y al cabo cada país tiene sus costumbres y hábitos. Solo queda aceptarlos y adaptarse a ellos. 


Amabilidad de la gente

Por lo general, los irlandeses son personas muy amables y  educadas. Siempre te dan las gracias, incluso por apartarte y cederles el paso por una acera algo estrecha. Otro ejemplo de ello, lo encontré en el supermercado, en donde te dicen tan amablemente "thanks a million" por simplemente hacer la compra. En cuanto te acercas a preguntarles alguna cosa o si ven que tienes algún problema con algo, van a intentar ayudarte en lo que puedan. 


Música

La música y la cultura irlandesa están muy relacionada, ya no solo porque uno de los símbolos más representativos del país sea un instrumento musical, como es el arpa. En ciudades como Dublín hay calles en las que da igual el tiempo que haga o la hora del día por la que transites que siempre te vas a encontrar con música en las calles, ya sea por los sonidos que salen de los pubs cercanos o por los músicos callejeros. Un ejemplo de ello es Grafton Street, una calle al sur de la capital irlandesa en las que siempre hay música.


Casas Diferentes

Aparte de las típicas zonas residenciales con casas bajas que podemos ver en cualquier país europeo, lo cual no es tan común en España, las casas irlandesas tienen otras curiosidades que lo hacen diferente a lo que estamos acostumbrados. 

Lo primero de todo es la falta de persianas. Como pasa al igual que con los tipos de edificaciones, Irlanda no cuenta con persianas. En mi caso, tenía una especie de doble panel, más parecido a una pequeña cortina, con la opción de bajar un panel más fino, para dejar pasar algo de claridad y otro más grueso, el cual, supuestamente, no dejaba pasar nada de luz. Al tener la cama pegada a la ventana, esto era imposible, y siempre me despertaba con claridad en mi cara. Al principio cuesta, pero al final, como con el resto de cosas, es simplemente acostumbrarse. 

Otro de las aspectos que me pareció curioso y me llamo la atención es lo rápida que llega el agua caliente a los grifos. Yo estoy acostumbrada a cuando abres el grifo de la cocina para fregar algo o coger agua caliente, este tarde unos segundos largos en llegar. En Irlanda por el contrario, no pasaba eso. En cuanto abrías el grifo a por agua caliente, en un par de segundos, ya tenías agua caliente saliendo por el grifo. Era una gozada y ayudaba a no desperdiciar tanta agua. Era un edificio completamente nuevo, por lo que imagino que las cañerías y todo el sistema de fontanería era totalmente óptimo.

Por último, algo que me gusta mucho de las casas Irlandesas, que también he podido ver en el Reino Unido, son los seguros en los enchufes. Aparte de tener una clavija diferente, estos países tienen un interruptor en los enchufes lo que hace que sean mucho más seguros que los enchufes que encontramos en otros países. Cuando un enchufe no está en uso, se puede hacer que no llegue corriente a ese enchufe y activarlo cuando se requiera de su uso. Además, no encontrarás enchufes en los cuartos de baño. Me parece una forma muy sencilla y útil de proporcionar seguridad en los hogares. 


Cultura de pubs

Dentro de la cultura irlandesa está muy arraigada la tradición de ir a un pub (o a varios) tras terminar las horas de trabajo o de estudios, en los casos de las estudiantes universitarios. Por ello, es muy común ver estos establecimientos llenos a ultima hora de la tarde. Además, hay cientos de ellos por todas las ciudades y en cuento a los pueblos, da igual lo pequeños que sean que probablemente te encuentres con al menos un pub.

Los irlandeses los utilizan como punto de encuentro con amigos o familiares, en donde pasar una buena tarde bebiendo una Guinness y charlando. En muchas ocasiones, en estos establecimientos, puedes encontrarte con artistas tocando música en vivo, por lo que hace que tengas una experiencia única e inolvidable. Todo ello, hace que te sumerjas completamente en su cultura y entiendas esa esencia que tienen los pubs irlandeses que los hacen tan singulares. 


El acento irlandés

Normalmente cuando empiezas a estudiar inglés, el acento que te enseñan es el británico, especialmente un acento muy neutro. Por ello en cuanto empiezas a interesarte más por el idioma, detectas que en cada país de habla inglesa del mundo, los acentos van variando. Pero no solo ello, en cada región de Reino Unido hay un acento distinto, muy diferentes entre ellos. 

Por ello, al llegar a Irlanda, te esperas encontrar con un acento algo parecido al británico, por su cercanía, pero realmente no es así. Con Irlanda pasa exactamente lo mismo que con el Reino Unido. Hay un acento irlandés, un poco más conocido y más estándar que se habla en Dublín, pero después cada condado y cada región tiene sus peculiaridades. Y además, este acento es muy diferente a lo que estamos acostumbrados a escuchar, no tiene nada que ver con lo que enseñan en los colegios. Cuesta mucho más entender a la gente, es un acento muy peculiar, pero diferente y bonito a la vez. 

En cuento llegas a Irlanda, tienes que olvidarte de todas las reglas de pronunciación que te enseñaron en el colegio, si realmente quieres llegar a entender cuando te habla un irlandés. Por poner un ejemplo, las palabras que llevan "th" es como si ni pronunciasen las h. En el inglés británico se diferencia mucho la pronunciación de palabras como "Three" (tres) y "Tree" (árbol). Pero cuando escuchas hablar a un irlandés, si no llega a ser por el contexto en el que te está hablando, es muy complicado descubrir si se refiere al número tres o a un árbol. 


Atardeceres inolvidables

No se si será por el viento que hace normalmente en Dublín, pero puedes disfrutar de atardeceres inolvidables. Con tonos anaranjados o rosáceos, el cielo se llena de colores. 

Además, por sus vientos, las nubes en Irlanda se mueven super rápido. Es muy gracioso contemplarlas y ver lo rápido que se desplazan. 



Caballos por el centro de la ciudad

Algo que me llamo mucho la atención de Dublín fue el ver carros de caballos por el centro de la ciudad. La época del año en donde más se puede ver este fenómeno, es la época navideña, en donde carruajes con luces transitan por la capital. En una ocasión incluso llegue a ver uno en pleno Temple Bar, lo cual fue sorprendente debido a las calles algo más estrechas del barrio dublinés. Me imagino que estará más enfocado a los turistas que visitan la ciudad, pero es algo diferente. Una experiencia única en la que descubrir la ciudad de otro modo.



Relacionado con esto, me gustaría resaltar, que en Dublín no solo te puedes encontrar con caballos. En alguna ocasión incluso me llegue a cruzar con gente subida a sus tractores por el centro. Algo no muy común de ver en una capital de país europea.

Por momentos te puedes llegar a sentir en un pequeño pueblo de cualquier país europeo, en donde ves caballos y tractores por todos los lados. Es algo que hace que Dublín sea una capital diferente y única. 


El deporte

El mundo del deporte es muy seguido en Irlanda. En ciudades como Dublín podemos encontrar locales dedicados a la oferta deportaba en los que ir a ver partidos de fútbol, boxeo o cualquier otro deporte. Un local de este estilo que visité varias veces durante mi estancia en Irlanda se llama Buskers on The Ball. Este pub deportivo está ubicado en Temple Bar y es ideal para ir a ver un partido de fútbol con amigos o pasar una buena tarde jugando al ping-pong o el billar. En cuanto al fútbol, televisan partidos de las principales ligas, por lo que si lo deseas, puedes solicitar ver los partidos de tu equipo. Además, se puede ver como siguen mucho la Premier League. Tanto en los pubs, como en los locales deportivos, como en las televisiones de las casas, se pueden ver muchos de los partidos los equipos ingleses, lo cual como amante del fútbol me encanto. Otros deportes como el golf o el fútbol gaélico, también son muy populares en el país. 

En Irlanda parece que les encanta adaptar deportes más comunes y darles su propio toque. Esto lo podemos ver muy bien en el fútbol gaélico. Es un deporte muy curioso, ya que mezcla el fútbol con el rugby. Una vez estuve viendo un partido por televisión y fue bastante confuso al principio. Podían sumar puntos tanto marcando goles en porterías de fútbol como en las de rugby, ambos por separado. Es un deporte que merece la pena ver y descubrir. 


Otro deporte local que los irlandeses han adaptado de otros deportes y les ha aporta su toque personal, es el hurling. Otro deporte irlandés en el que mezclan esta vez el hockey con el fútbol. Parece ser que en Irlanda les encanta crear sus propias alternativas deportivas, lo cual suele llamar mucho la atención a otros europeos ya que estos deportes no suelen ser tan conocidos fuera del país. 

Todas estas creaciones deportivas suponen un mayor conocimiento y entendimiento de la propia identidad irlandesa. 


Enriquecimiento cultural

Además de los deportes, Irlanda tiene mucho más que ofrecer culturalmente. La cultura irlandesa está llena de mitología y leyendas gaélicas las cuales están muy arraigadas con las tradiciones y costumbres locales. 

Uno de los seres mitológicos más representativos de la cultura gaélica es el Leprechaun, un pequeño duende conocido en todo el mundo, el cual es representado en muchas ocasiones como uno de los símbolos principales del país. En Dublín existe un museo dedicado a este ser mitológico en donde explican la verdadera historia detrás de él, ya que aunque normalmente sea identificado como un ser bueno y bondadoso, mitológicamente no debía de ser tanto puesto que oculta un significado mucho más oscuro.

Irlanda es un país con mucho que ofrecer. Ya sea por sus inusuales deportes o por su cultura única y milenaria, una visita al país hace que todo el mundo se vea enriquecido culturalmente. Te ayuda a ver más allá y a descubrir lugares y tradiciones únicas que hacen que el país sea tan excepcional. 


Espíritu Navideño

A mi parecer, Irlanda es un país muy navideño. Para principios de Diciembre, todo Dublín se llena de luces Navideñas que iluminan la noche. 

No solo hay arboles de Navidad por las calles, sino que grandes edificios se llenan de animaciones de luces que llenan de luz las calles dublinesas, además de calles enteras iluminadas. Yo estoy acostumbrada a ver alumbradas algunas calles de mi pueblo con música navideña, por las calles, pero lo de Irlanda es otro nivel. Incluso duran mucho más tiempo y hacen que te sientas más inundado por el espíritu navideño. 

Más adelante, indagaré más en este ámbito en otra publicación sobre mi experiencia navideña en Irlanda. 





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